domingo, 18 de mayo de 2008

El rancho y sus tés

El rancho está compuesto actualmente por:
-Mi madre
-Mi padre
-Mi hermana menor, de 15 años

Ahora de ellos y sus tés puedo decir...

Introducción

Mi madre y yo
La relación que tengo con mi madre es una de las más extrañas y conflictuadas que he tenido jamás. Somos completamente opuestas, lo que a ella le parece perfecto yo no lo toleraría jamás. A todo esto, ella dice que es la rebeldía adolescente que te hace querer todo lo contrario a lo que tus padres dicen. A todo esto, yo digo que eso es verso porque nunca se desató la rebeldía en mi, y no perdería mi tiempo intentando llevarle la contra si realmente no pensara diferente a ella, ya que las situaciones de tener que enfrentarla son de lo peor, haría lo que fuera por evitarlas y de hecho lo hago.
Mi mamá es una persona muy temerosa, sin otro interes que no sea tener dinero como sea y gastarlo en cosas que después no usa o descuida. Por el contrario, yo no te digo que soy re desligada de lo material, pero mis intereses están bien alejados a la mera obtención de dinero, aunque claramente también lo considero necesario.
Sus eternas terapias circulares, digo ciruculares porque giran siempre sobre lo mismo y son un circulo vicioso del cual no va a salir porque no quiere. Mi mamá es fóbica. Y a mi me resulta difícil convivir con ella, yo sé que es muy feo lo que le pasa, pero yo me crié con todos sus miedos a mi alrededor, inevitablemente absorví muchos de ellos que hoy en día constituyen la base de mis limitaciones.
Para mi mamá sólo es importante lo que ella quiere, lo que a ella le preocupa, lo que a ella la hace sentir mal, culpable. Además de que tiene la necesidad de vaciar toda la mierda sobre mi persona. ¿Porqué yo? Y, es fácil. Mi viejo no le da más bola, ahora podría decirse que directamente no se hablan. Mi hermana no le da pelota a nadie y tiene la muralla china de escudo para cualquier culpa o planteo que le hagan. Y entonces estoy yo, que soy extremadamente sensible (rozando con la pelotudez por momentos), que me cuesta no involucrarme con los problemas de los demás, que tengo una mecanismo aprendido por el cual me cargo cualquier culpa por más de que logicamente sé que no tengo nada que ver. Entonces es mejor llenarle la cabeza al boludo que se pone mal que al vivo que ni se engancha con tus giladas.
Mas allá de todo lo que dije aquí, yo la quiero con todo mi corazón a mi mamá. Pero no por eso no me doy cuenta de las cosas que hace mal y de las cosas con las que no estoy de acuerdo para nada.

Mi padre y yo
Mi papá fue durante varios (y los más importantes) años de mi vida mi gran referente. Yo veía en el a una persona justa, honesta y muy racional. Con un caracter fuerte, mcuah seguirdad y hasta a veces exceso de la misma. Con el tiempo mi papá cambió mucho, o yo cambié y lo empecé a ver distinto. Pude ver sus grietas, pude ver que había lugares en los cuales encontraba agujeros. Logré ver su poca tolerancia las veces que opiné distinto a él, su necesidad suprema por tener la razón siempre, en fin, cosas que antes no veía.
A mis veinte años, las cosas cambiaron mucho con él. Sigo teniendolo como la base de mis esqueleto de principios y demás. Pero ahora lo tomo como a un ser humano, como nunca me animé a verlo. Siempre quise que sea perfecto, siempre quise cuidarlo y preservalo, como él hizo conmigo. Pero la gran diferencia con la cual yo no contaba era que él es mi papá y ese era su "deber" y yo soy su hija y no puedo hacer eso. Por el simple hecho de que él eligió ésta vida, bien o mal, con otras opciones o no, él se casó, él eligió ésto, y lo sigue haciendo, con otra salida o no.

Mi hermana y yo
Si mi mamá y yo somos distintas, no sé como nos definiríamos mi hermana y yo. Blanco y negro. Agua y aceite. Mi hermana es una persona materialista y superficial, que espera ser invitada a los lugares de moda, con la gente más adinerada, que su objetivo clave es usar ropa con etiquetas de marcas conocidas y teñirse el pelo cada vez más rubio. A todo ésto aclaro que yo soy morocha, que nunca me teñí, que uso ropa de ferias americanas y que nunca fui popular para que me invitaran a ningun lado.
La parte positiva es su novio. Es un pibe simpático, callado, de esos que hacen comentarios en los momentos claves y son acertados. Además siempre me defiende de las atrocidades de la pendeja y nos reimos complices cuando se ofusca por la uña rota. Creo que le caigo bien al niño, él ayudó bastante a que mi hermana y yo tengamos más momentos de intercambio verbal, sin insultos de por medio.
Mi hermana y yo seguimos los pasos de mi mamá y mi tía, que nunca se van a poder llevar bien, pero siguen poniendo cara de todo bien por mi, por mi hermana y por mis primas, pero sobre todo por mi abuela.
Mi hna es una persona muy hiriente, tiene todas las armas que existen para lastimar en los más profundo, y yo justamente tenía que ser asi de sensible. Miles de veces me puse a llorar cual mariquita por cosas que me dijo, siendo 5 años mayor. No puedo evitarlo.


Esa es una introducción a mi Rancho y sus tés. A desarrollar posteriormente...

1 comentario:

rose dijo...

jaja mira que yo creo que padezco ese mismo "problema afectivo" del que hablabas en tus posts anteriores, me gusto mucho tu blog, pasare a leerte luego =D